El viernes pasado, la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Santa Sede anunciaron que el histórico encuentro entre el Papa y el Patriarca se celebrará el 12 de febrero en Cuba, expresando la esperanza de que con esto "se abra una nueva página en las relaciones entre ambas Iglesias".
La reunión durará cerca de dos horas y culminará con la firma de una declaración conjunta.
"Creo que la persecución a los cristianos en el norte de África, en otros países del continente africano y en Oriente Medio se debatirá sin falta", comentó el arzobispo.
A juicio de Tomasi, esta reunión contribuirá a fortalecer la paz y estimular el uso de las negociaciones, en vez de la violencia, para la solución de conflictos.
Al subrayar el carácter histórico de esta reunión, el representante del Vaticano recordó que el acercamiento entre ambas Iglesia empieza pasados casi mil años desde su división.
"No se trata solo de promover ideas del ecumenismo (ideología de la unidad cristiana), sino de restablecer buenas relaciones dentro de la comunidad cristiana en los momentos de chocar ella con grandes dificultades en muchos países del mundo", señaló.