Ankara sostiene que un cazabombardero ruso Su-34 violó a finales de enero el espacio aéreo turco, acusación que fue también emitida por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Ígor Konashénkov, afirmó que no hubo incursión alguna de aviones rusos en el espacio aéreo de Turquía y calificó la declaración de las autoridades turcas de 'propaganda infundada'.
Según el embajador de EEUU ante la OTAN, la Alianza y Turquía "coinciden en que Rusia violó el espacio aéreo turco" y que "Turquía advirtió repetidamente al avión (ruso) antes de la incursión".
"Necesitamos que Rusia ponga fin a su peligrosa actividad a lo largo de la frontera turca y garantice el respeto de las prácticas de vuelos seguros establecidas entre Rusia y los demás países que operan en la región", agregó Lute.
Las relaciones entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que un caza turco derribara en territorio sirio un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Tras el derribo del Su-24, calificado por el presidente ruso Vladímir Putin como una "puñalada por la espalda", Moscú impuso restricciones económicas a Turquía en los ámbitos de comercio, educación, turismo y empleo.