El domingo pasado Corea del Norte lanzó el cohete de largo alcance Kwangmyongsong desde la base de Sohae, situada a orillas del Mar Amarillo cerca de la frontera con China.
La comunidad internacional criticó el lanzamiento por considerarlo como un ensayo encubierto de misiles balísticos, mientras que Pyongyang afirma que es parte de su programa espacial con fines pacíficos.
Legisladores nipones calificaron el lanzamiento norcoreano como una violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, la Declaración de Pyongyang de 2002, así como la declaración conjunta de las negociaciones a seis bandas en Pekín sobre el problema nuclear de la península coreana (las dos Coreas, China, Japón, Estados Unidos y Rusia).
La Cámara exigió que Pyongyang "cese inmediatamente el desarrollo de misiles balísticos", pero además de adoptar sanciones contra Corea del Norte apostó por continuar los esfuerzos diplomáticos para arreglar la situación.
La resolución precisa que las sanciones de Tokio contra Pyongyang deben encontrar una solución global al problema nuclear y esclarecer la suerte de los japoneses secuestrados por los servicios secretos norcoreanos en los años 70 y 80 del siglo pasado.