"Ahora cerca de nuestra frontera con Siria permanecen unos 30.000 nuevos refugiados, seguiremos prestándoles ayuda, nuestra postura no ha cambiado", dijo Davutoglu en una rueda de prensa junto a la canciller alemana, Angela Merkel.
No obstante, resaltó que el flujo de migrantes no es un problema solo de Turquía.
Según Davutoglu, la crisis de los refugiados demuestra "por cuánto son insinceros y lejanos de la paz Rusia y otros países que apoyan al Gobierno de (presidente sirio) Bashar Asad", lo que "presiona no solo a Turquía, sino a Europa y, sobre todo, a Alemania".
"De un lado, en Ginebra continúan las negociaciones pacíficas, de otro lado, las acciones militares rusas; continúan los bombardeos intensivos en Alepo y Azaz, las fuerzas del régimen, apoyadas por los combatientes de Irán y Líbano bloquearon un corredor por el cual les suministran la ayuda humanitaria (desde Turquía)", señaló Davutoglu.
Desde marzo de 2011 Siria vive un conflicto armado en el que murieron más de 250.000 personas, según la ONU.
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa lanzó una ofensiva aérea contra Daesh en Siria a petición del presidente Asad.