"El año pasado (2015) fue el tercer año consecutivo cuando las renuncias aumentaron a niveles récord", señaló el rotativo.
Precisó que el índice subió 1.000 personas más en 2015, en comparación con el año anterior.
Según indican los expertos, una de las razones principales de las renuncias es una dura política fiscal que lleva EEUU; los estadounidenses deben pagar impuestos incluso si viven en el extranjero.
"Cada vez más americanos creen que tener un pasaporte de EEUU de residencia permanente no vale dificultades y gastos que presupone el cumplimiento de las leyes fiscales", cree Andrew Mitchel, abogado internacional de la empresa Centerbook Conn.
El hecho también se relaciona con el endurecimiento de la campaña del Gobierno estadounidense contra activos 'offshore' no declarados.
Desde 2009, las instituciones fiscales de EEUU lograron recaudar más de 13.500 millones de dólares de individuos o empresas por las cuentas de este tipo, recuerda el periódico.