Las fotografías que demuestran moretones, heridas y lesiones de los detenidos, archivadas por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) en 2004, fueron publicadas de acuerdo con la ley de la libertad de información.
Al mismo tiempo el departamento de Defensa de EEUU se rehusó a desclasificar alrededor de 1.800 otras fotos de abusos, aludiendo a las razones de seguridad nacional.
"La revelación selectiva del Gobierno corre el riesgo de confundir el público sobre la escala real del abuso", cita el comunicado de prensa al vicedirector legal de ACLU, Jameel Jaffer.
Sin embargo, Jaffer reconoció que los materiales que permanecen ocultos "son las mejores pruebas de las violaciones graves que tuvieron lugar en centros de reclusión militar".