"Tenemos que presionar a los países que se niegan a readmitir a migrantes económicos. Debemos declarar que reduciremos o dejaremos de proporcionar fondos europeos para el desarrollo si no están dispuestos a cooperar en la deportación de los migrantes a los que se les denegó el estatus de refugiado", dijo.
Kurz destacó que la UE debe proteger los derechos de los solicitantes de asilo, pero no está obligada a acoger a todos ya que la distribución desigual de los refugiados sobrecarga algunos países.
"Una persona que llega deliberadamente desde el Líbano, Jordania y Turquía para solicitar el estatus de refugiado en Alemania, Austria o Suecia tiene un interés puramente económico, aunque este refugiado sea de origen sirio", afirmó.
Según datos de la agencia Frontex, más de 1,83 millones de migrantes entraron en la UE en 2015 de forma ilegal.
La Comisión Europea calificó la actual crisis migratoria como la peor desde la Segunda Guerra Mundial.