"La cancillería ha iniciado y seguirá una ronda de diálogo con los parlamentarios que tienen que aprobar este acuerdo luego en el Congreso", aseguró el titular de la Secretaría General de Gobierno, según consigna el diario El Mercurio.
El vocero de la presidencia explicó que las conversaciones con los legisladores buscan "clarificar las dudas y las aprensiones" que estos puedan tener respecto a los contenidos del acuerdo, la mayoría de los cuales permanecen en secreto, informó el diario La Tercera.
El objetivo es que "todos podamos coincidir en que se trata de un proyecto que contribuye a los objetivos que Chile tiene en materia de política comercial", añadió Díaz.
Los principales cuestionamientos se relacionan con las normas que regirán para la industria farmacéutica internacional, que encarecerían el precio de los medicamentos genéricos.
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También existe preocupación respecto al registro de semillas y alimentos que, según algunos congresistas, perjudicaría la producción local, señaló La Tercera.
"Nuestra convicción es que en esas negociaciones para llegar a la firma del TPP se han resguardado debidamente los intereses de Chile en todas las dimensiones, en todos los aspectos", subrayó Díaz.
El portavoz del Gobierno destacó que la firma de acuerdos comerciales ha sido "históricamente" uno de los pilares de la estrategia de desarrollo del país.
El texto del acuerdo, negociado durante ocho años, busca liberalizar el comercio de sectores como las compras gubernamentales, Internet, cultura, ambiente, propiedad intelectual, inversiones y acceso a mercados, entre otros.
Los países incluidos en el acuerdo son Australia, Brunei, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, Canadá y México.