Al enumerar delitos y acción de la justicia, Ortega dijo que "17.778 personas fueron víctimas de homicidios dolosos y por ello se abrieron 15.924 investigaciones, pues por algunas se hicieron sobre más de un homicidio".
El 82 por ciento de los homicidios se cometieron con armas de fuego.
En este país de 30,6 millones de habitantes, según estadísticas oficiales, los números de Ortega dan cuenta de 58 homicidios por 100.000 habitantes, en tanto el Observatorio Venezolano de Violencia (no gubernamental) ubica esa tasa en 90 por 100.000, pues considera que el año pasado se produjeron 27.875 muertes violentas, en su mayoría homicidios.
Otras cifras entregadas por Ortega indican que de 21.127 imputados por delitos de drogas se acusó formalmente a 11.125 individuos, y a órdenes de su despacho fueron incinerados 35.000 kilos de distintos estupefacientes el año pasado.
Por violaciones a los derechos humanos, en 2015 fueron imputados 1.312 funcionarios, 959 resultaron acusados y hay 132 presos, de ellos 97 condenados. Por tortura se acusó a 29 funcionarios y por tratos crueles, inhumanos y degradantes 513.
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La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, aprobó tras el informe de Ortega preparar un plan de emergencia ante la criminalidad y la impunidad, y trabajar la legislación sobre el sistema de justicia, el régimen penitenciario, la seguridad ciudadana y la depuración de los cuerpos policiales.