"Rusia no va a dejar sin atender estas declaraciones", afirmó Ózerov, presidente del Comité para Asuntos de Defensa y Seguridad, en declaraciones a RIA Novosti.
Además dijo que los pilotos rusos no realizan vuelos ni de varios kilómetros en la proximidad de la frontera turca.
El político explicó que cualquier escalada de tensiones en las relaciones entre los Estados de la región no contribuye a la lucha antiterrorista.
También calificó de inadmisibles este tipo de "acusaciones infundadas" y dejó claro que el próximo incidente en el que se viera envuelto un avión ruso en acciones agresivas por parte de Turquía tendrán consecuencias militares.
Según el senador, Ankara trata de "salir victoriosa de esta mala situación", cuando incluso las acusaciones en su contra por el contrabando de petróleo con los terroristas fueron formuladas, además de Rusia, por Egipto e Israel.
"Además Turquía busca atraer de nuevo a EEUU a su bando, aunque el portavoz de Washington le puso en su lugar con una respuesta", añadió.
Recordó a la vez que los aviones turcos violaron en varias ocasiones el espacio aéreo de Siria, como denunció Damasco.
Las relaciones entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que el 24 de noviembre un caza turco derribara en territorio sirio un avión militar ruso Su-24.
Turquía asegura que la aeronave violó su espacio aéreo, mientras que las autoridades rusas sostienen que el aparato no cruzó la frontera turca, lo que confirman los datos de los radares sirios.