En cuanto a la actividad de Borís Yeltsin en el puesto de presidente de Rusia, el 36% de los rusos la acoge negativamente hoy día, casi el mismo porcentaje (el 37%) emite una valoración neutral, mientras el 14% la valora como positiva.
La reelección de Yeltsin en 1996, cuando su principal rival era el líder comunista (KPRF), Guennadi Ziugánov, fue valorada negativamente por el 49%, mientras que el 20% emitió una valoración positiva.
A la pregunta sobre las causas de la dimisión anunciada por Yeltsin el 31 de diciembre de 1999, el 35% respondió que por enfermedad; el 19%, que fue resultado de las críticas de casi todas las fuerzas políticas del país; el 16% lo explicó por el deseo de dar paso a los políticos jóvenes, capaces de sacar a Rusia de la crisis, y el 14% por la aspiración a crear para Vladímir Putin las condiciones óptimas para ser elegido.
Las reformas, cuyo ideólogo fue Yegor Gaidar y que garantizaron el paso de Rusia hacia la economía de mercado, se valoran como negativas actualmente por el 58%.
El 63% acoge negativamente la desintegración de la URSS en 1991 y el 51% cree que se podía evitarla.
El sondeo se llevó a cabo del 18 al 21 de diciembre de 2015 y abarcó a 1.600 personas mayores de edad en 137 localidades de 48 regiones de Rusia, el error estadístico no excede el 3,4 por ciento.