El ministerio declaró a la agencia que el atentado del 1 de febrero se saldó con 20 muertos y 29 heridos.
El grupo radical Talibán reivindicó el ataque.
Tras hacerse con el control de muchas zonas rurales de Afganistán, Talibán lanzó una ofensiva contra grandes ciudades.
A finales de septiembre, los insurgentes tomaron Kunduz, en el norte del país y con una población de más de 300.000 habitantes en los tiempos de paz, y en estos momentos atacan Gazni, capital de la provincia homónima al suroeste de Kabul.
En tres provincias afganas, los talibanes compiten por el control con los yihadistas de Daesh, grupo terrorista proscrito en varios países, incluida Rusia, presentes en el país desde hace algún tiempo, dijo a RIA Novosti el representante de la ONU en Afganistán, Nicholas Haysom.