En entrevista con Sputnik Nóvosti, el presidente de la Asociación de Residentes Bolivianos en Brasil (ADRB), Rolando Panozo, explicó que "la gran mayoría de los bolivianos que llegan a Brasil en virtud del acuerdo con Mercosur de 2012 son personas de muy baja condición social que acaban siendo captadas para el trabajo esclavo en la industria costurera de Sao Paulo".
"El presidente Evo Morales debería abordar con contundencia esta penosa situación en su encuentro con Rousseff. Las autoridades consulares bolivianas en Sao Paulo están al corriente de la situación pero reclaman de la falta de competencias en la materia ya que, al estar legalmente establecidos, estos ciudadanos bolivianos dependen de las inspecciones del Ministerio Público del Trabajo de Brasil", apuntó.
En este sentido, Panozo, quien fundó la ADRB hace 46 años, insistió en que una de las medidas más urgentes para la comunidad boliviana en Brasil sería "la instalación de centros de atención a la comunidad boliviana, especialmente en el área de la salud puesto que las condiciones laborales que soportan se traducen en la mayoría de los casos en enfermedades que deben ser tratadas por un profesional".
Según el Ministerio del Trabajo de Brasil, al menos 1.400 trabajadores fueron rescatados de las condiciones análogas de esclavitud solamente en 2014, siendo que 82 de ellos eran bolivianos del sector costurero de Sao Paulo, una cifra todavía poco prometedora si se calcula que del millón de bolivianos que residen en Brasil al menos una quinta parte se encuentra trabajando en la industria costurera.