"Rechazamos ese pedido, porque debe cumplir su pena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto. El pueblo ha pedido justicia y debe cumplirse", declaró la activista de derechos humanos.
El abogado del exdictador boliviano Franklin Campero pidió el jueves que su cliente sea liberado por razones humanitarias y tras haber cumplido dos tercios de su condena. A la vez anunció una campaña mediática para favorecer al exmilitar.
García Meza lideró un golpe de Estado en Bolivia en julio de 1980. Durante el golpe fueron asesinados los políticos de izquierda Marcelo Quiroga Santa Cruz, Carlos Flores y el dirigente sindical Justo Vega en el asalto de grupos paramilitares a la sede de la Central Obrera Boliviana (COB).
Carvajal dijo que el exmilitar "vivió en los últimos dos años en la clínica militar de La Paz y goza de todos los privilegios. Tiene una cárcel de oro en Chonchocoro" (penal de máxima seguridad en Bolivia).
La activista recordó además que García Meza es responsable de la muerte del sacerdote jesuita Luis Espinal quien fuera secuestrado, torturado y luego asesinado el 22 de marzo de 1980.
"Aún no hemos escuchado que haya pedido perdón al pueblo boliviano por los crímenes que cometió. Seguimos esperando", declaró Carvajal.
De acuerdo con la ley boliviana, los reos condenados a 30 años, sin derecho a indulto, podrían beneficiarse de la libertad condicionada, según lo determinado por un juez.