A pesar de los esfuerzos del Comité de Río 2016 para reducir los costes del evento, que será financiado en un 60 por ciento por la iniciativa privada, el peso de una inflación que supera el 10 por ciento en Brasil ha tenido finalmente un reflejo en las cuentas de la organización.
Sin embargo, el acumulado desde el proyecto original de 2009 es de 2.524 millones de dólares y se sitúa muy por delante de los gastos del Mundial de Fútbol de la FIFA de 2014 y de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, siendo que el primero de ellos provocó multitudinarias protestas en el país por el coste desorbitado de su organización.
El asunto, que comienza a adquirir tintes preocupantes, fue recordado por periodistas el pasado jueves al presidente del COB, Carlos Arthur Nuzman, quien desestimó las acusaciones sobre 11 transferencias irregulares a la empresa Olimpo, señaladas por el Tribunal de Cuentas de la Unión(TCU), y derivó la respuesta a las preguntas de los periodistas al departamento jurídico del COB.