"Seguimos de cerca la situación, en particular, gracias a una delegación de la UE en Chisinau", dijo Kocijancic.
La portavoz reafirmó que "el llamamiento a la calma y la contención de todas las partes, así como la necesidad de diálogo entre todos los actores, no han perdido actualidad".
La capital moldava sigue siendo desde el miércoles pasado escenario de multitudinarias manifestaciones a raíz del nombramiento del vicepresidente del Partido Demócrata, Pavel Filip, como primer ministro.
Los manifestantes –principalmente miembros del Partido de los Socialistas, Nuestro Partido y la formación DA– reivindican anular la votación parlamentaria a favor de Filip y celebrar elecciones generales anticipadas.
Moldavia entró en el nuevo año sin Ejecutivo, en medio de una profunda crisis política.
El Gobierno que encabezaba Valeriu Strelets, vicepresidente del Partido Liberal Democrático, dimitió el 29 de octubre de 2015.