"Solo podemos valorarlo como algo extremadamente negativo, porque, sin lugar a dudas, consideramos inaceptable cualquier restricción a la libertad de expresión y a la labor de los medios de comunicación", declaró este viernes el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Incidentes de este tipo se produjeron previamente en la vecina Ucrania, recordó Peskov.
“Por supuesto que no quisiéramos un escenario similar para los medios” rusos en Moldavia, insistió, al tiempo de lamentar la actitud de las autoridades moldavas.
Moldavia denegó el jueves la entrada en su territorio a corresponsales de tres cadenas de televisión rusas.
Uno de ellos, el reportero de VGTRK Alexandr Balitski, no podrá entrar en el país durante los próximos cinco años al estar incluido en una ‘lista negra’ por motivos que los servicios de seguridad moldavos se negaron a explicar.
A su vez, un equipo de Life News que viajó a Moldavia para cubrir las protestas contra el Gobierno, fue deportado nada más aterrizar en el aeropuerto de Chisinau.
La misma suerte corrió el cámara de REN TV Alexandr Málishev.
En declaraciones a RIA Novosti, la portavoz de la policía fronteriza moldava, Dorina Chebotar, explicó que la denegación de entrada se debió a que los periodistas rusos no especificaron el propósito del viaje.