Según Kuchma, sin estas condiciones tampoco es posible arreglar los asuntos humanitarios, económicos y relativos al desminado.
El conjunto de medidas para la aplicación de los acuerdos de Minsk, pactados en febrero pasado para frenar el conflicto en el sureste ucraniano, prevé que Ucrania restablezca el "control total de la frontera estatal a lo largo de la zona de conflicto, a partir del día 1 después de la celebración de elecciones locales".
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero de ese mismo año.
Las hostilidades segaron más de 9.000 vidas y causaron más de 20.700 heridos, según los datos de la ONU, además fueron destruidos centenares de miles de viviendas, hospitales, iglesias, centros docentes y guarderías.