"Las actualizaciones se realizaron teniendo en cuenta el deterioro de la situación internacional registrado en los últimos años", explicó.
En particular, "EEUU y sus aliados continuaron con la política para hacer frente al orden mundial multipolar y los centros de poder alternativos a Occidente", indicó.
"Se amplían alianzas político-militares y económicas afines a Washington, y en todo el mundo se aplica una política para desestabilizar regímenes indeseables para EEUU", recalcó el funcionario.
Al mismo tiempo, aseguró, la "tonalidad general" de la estrategia se mantuvo invariable.
"A diferencia de los EEUU, no utilizamos la terminología de la guerra fría, ni dividimos a países entre 'buenos' y 'malos', ni declaramos como enemigo o amenaza a la seguridad nacional a Estados o regiones", concluyó.