"No planteamos revisar de manera alguna estas medidas", dijo la portavoz del primer ministro ruso Natalia Timakova a los periodistas.
El diario Kommersant publicó este viernes que las autoridades rusas podrían autorizar a algunos contratistas turcos continuar trabajando en Rusia si crean empresas conjuntas con socios locales, que deberán ser sus accionistas mayoritarios.
Timakova indicó que, si resulta necesario, el Gobierno definirá una lista de contratos exentos de sanciones.
Las relaciones entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que un caza turco derribara en territorio sirio un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Turquía asegura que la aeronave violó su espacio aéreo, mientras que las autoridades rusas sostienen que el aparato no cruzó la frontera turca, lo que confirman los datos de los radares sirios.
Tras el derribo del Su-24, calificado por el presidente ruso Vladímir Putin como una "puñalada por la espalda", Moscú impuso restricciones económicas a Turquía en los ámbitos de comercio, educación, turismo y empleo.