Según Defensa Civil, 66 de las personas atendidas, todos ellos afectados por náuseas e irritación de ojos y vías respiratorias, eran vecinos de Guarujá y 26 de la cercana ciudad de Santos cuyo puerto, el mayor de todo Brasil, el cual se encuentra funcionando con normalidad este viernes a pesar de la cercanía con la terminal de carga de Guarujá.
"Nuestro deseo es terminar todo lo más rápido posible, pero es algo relativo ya que no sabemos lo que vamos a encontrar dentro de los contenedores. Aunque el riesgo de explosión está descartado", explicó a un medio local el responsable de la operación del Cuerpo de Bomberos, Ricardo Marquez.
La potente reacción química que llevó a la creación de una enorme nube de gas tóxico y un posterior incendio sobre 12 contenedores de la terminal de carga del puerto de Guarujá se produjo en torno a las 15.30 del jueves(17.30 GMT) cuando las intensas lluvias consiguieron corroer el metal y filtrarse en un contenedor de ácido dicloroisocianúrico de la empresa LocalFrio.
Aunque en un primer momento se optó por evacuar toda la terminal de Guarujá e incluso en cerrar parcialmente el vecino puerto de Santos, con las enormes pérdidas que eso significa al tratarse del principal puerto comercial del país, el ayuntamiento de Guarujá no pasó de recomendar a los vecinos en un radio de 500 metros del accidente que se refugiasen en casa de sus allegados y a las personas en un radio de 3 kilómetros que evitasen salir a la calle y aislasen sus casas del gas.