El imitador, Vladímir Krasnov, alías Vován, haciéndose pasar por el jefe de Nafogaz, Andréi Koboliov, pudo grabar las revelaciones de Vorobiov, quien anteriormente negaba que tuviera lugar un suministro de gas desde Crimea a Guenichesk.
En cuanto la conversación apareció en los medios, Vorobiov marcó el número del bromista ruso, Vován, convencido de que estaba llamando al jefe de Naftogaz, y se quejó de la difusión del asunto, para gran alegría de su interlocutor.
Rossiyskaya Gazeta considera que, después de esta broma doble, merecedora de haber ocurrido el pasado 28 de diciembre, ya no cabe duda de dónde proviene el gas que está llegando a Gueníchesk, pero causa preocupación la fiabilidad de las autoridades del vecino país.
Anteriormente el secretario de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, comunicó que el alcalde de esa ciudad ucraniana se dirigió a nombre de sus habitantes a las autoridades de Rusia para que las mismas impidieran que la ausencia de combustible congelara sus hogares.
La semana pasada el presidente de la república de Crimea, Seguéi Aksiónov, declaró que los habitantes de la península están dispuestos a apoyar a los ucranianos en este período difícil, e informó que a la ciudad fueron enviados unos 14.000 metros cúbicos de combustible.
Actualmente se estima que el volúmen de suministro de gas a la región ha alcanzado los 33.000 metros cúbicos.