Según un comunicado de la fracción, los jóvenes que tomaron parte en esta iniciativa, que se celebró en la capital rusa por primera vez, "desafiaron la moralidad pública y los valores tradicionales".
Los comunistas creen que esta iniciativa del "movimiento de disidentes" de Occidente viola las normas rusas.
El comportamiento de los jóvenes insultó a todo el pueblo ruso, asegura la nota.
El diputado comunista Valeri Rashkin, en particular, ha señalado que es antihigiénico viajar en metro sin pantalones, así como propuso imponer como castigo un trabajo social a los participantes de esa acción.
"Sería lógico hacerlos cumplir un trabajo social, pero que lleguen a trabajar llevando pantalón", dijo.
La primera acción de 'No Pants Subway Ride' se celebró en Nueva York en 2002 y desde entonces se propagó por muchas ciudades del mundo.