El informe confirma que un millar de personas participaron en los incidentes ocurridos la víspera de Año Nuevo en Colonia, y reconoce "graves errores" de la Policía, que no tenía absolutamente "ningún control" sobre los atacantes.
De las 516 denuncias presentadas en total, 237 se corresponden a agresiones sexuales y 107 a robos.
El documento compara lo ocurrido en Colonia con el llamado "taharrush", una forma de agresión sexual grupal en el mundo árabe que en Occidente se conoció luego que la denunciasen periodistas occidentales que la habían sufrido durante la cobertura de las protestas en la plaza Tahrir de El Cairo en 2011.
El informe, algunos de cuyos fragmentos están apareciendo reproducidos en los medios alemanes, revela, en particular que cuatro de los teléfonos robados han sido recuperados en centros de acogida para refugiados en Essen, Kerpen y Recklinghausen.
Durante la presentación, el titular de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger, afirmó que la mayoría de los sospechosos a quienes la Policía investiga son de origen inmigrante.
"Tanto los testigos oculares como el informe de la Policía de Colonia y las pesquisas de la Policía federal indican que los hombres que cometieron estos delitos eran casi exclusivamente de procedencia inmigrante", dijo Jäger en conferencia de prensa citado por el diario Bild.
Agregó que "hay muchos indicios de que se trataba de hombres procedentes del Norte de África y la región árabe".
De los 19 sospechosos, 14 procedían de Marruecos y Argelia.
Diez de los sospechosos son demandantes de asilo, nueve de los cuales ilegales.
"No solamente médicos e ingenieros emigran, sino también delincuentes", lamentó Jäger.
El responsable de Interior señaló que Alemania no debería tratar de ocultar ni matizar los resultados de las investigaciones, que, añadió, están siendo extraordinariamente complejas.
"Muchos están indignados, y con razón", admitió.
El 31 de diciembre de 2015, durante las celebraciones de víspera de Año Nuevo, ocurrieron múltiples casos de agresión sexual, hurtos, robos y al menos dos de violación a mujeres en Alemania, principalmente en el centro de Colonia, en torno a la estación central de trenes.
También se ha informado de incidentes en otras ciudades alemanas, entre ellas Berlín, Bielefeld, Düsseldorf, Fráncfort del Meno, Hamburgo y Stuttgart.
El jefe de Policía de Colonia, Wolfgang Albers, se vio obligado a dimitir el 8 de enero presionado por las críticas de falta de diligencia del cuerpo.
Varios de los sospechosos son de origen inmigrante y solicitantes de asilo, lo que ha provocado las críticas a la gestión de la crisis de los refugiados de la canciller federal, Angela Merkel, y a los medios de comunicación, acusados de haber tratado de ignorar o encubrir los ataques.
