"Condenamos rotundamente este incidente e instamos a cesar de inmediato los ataques a instalaciones médicas, exigimos a todas las partes (del conflicto) a crear condiciones para el envío seguro de la ayuda humanitaria", dice el comunicado de la portavoz de la organización, Raquel Ayora.
Ayora también urgió a investigar las circunstancias del incidente, pero se abstuvo de nombrar la parte del conflicto culpable del caso.
La portavoz recordó que el hospital de Saada, provincia de Razih, ya ha sufrido bombardeos antes de ser administrado por Médicos Sin Fronteras, por lo que solamente cuatro departamentos permanecen dentro de sus instalaciones.
La representante de la organización resaltó que las partes del conflicto están informadas de la ubicación de centros médicos de forma regular y calificó los bombardeos de hospitales una violación del derecho internacional humanitario.
Según los datos más recientes, al menos cuatro personas resultaron muertos y diez fueron heridos, dos se encuentran en estado crítico.
La oficina de la organización en Dubái informó que la cantidad de víctimas mortales puede aumentar, puesto que más personas permanecen bajo escombros de instalaciones destruidas.