En su intervención ante el Parlamento regional, el todavía alcalde de Gerona ha asegurado que su mandato es "abrir negociaciones" con España y en el ámbito internacional por el reconocimiento de un proceso, el soberanista, que debe culminar con la aprobación de la Constitución catalana.
"Me dejaré la piel", ha prometido Puigdemont, que ha garantizado que "recorrerá" el camino hacia el estado propio, iniciado con las movilizaciones en la calle, de forma especial en el año 2012, cuando decenas de miles de catalanes tomaron las calles de Barcelona al grito de "independencia".
"No son épocas para cobardes, temerosos ni flojos de piernas", ha agregado en un discurso que ha durado 50 minutos.
Ha declarado que su liderazgo será breve porque nace en un momento "irrepetible".
El aspirante ha agradecido el paso atrás de Artur Mas, un gesto "excepcional y ejemplar", que es "lleno de coraje" que ha permitido desbloquear el acuerdo con Juntos por sí y la CUP (Candidaturas de Unidas Popular).
El futuro presidente ha afirmado que el encargo ciudadano es "nítido": consiste en que Cataluña tenga "herramientas propias" para poder atender a todos los ciudadanos.
"Un trabajo ingente sin dilación y sin miedo", dijo,
Las dos formaciones separatistas alcanzaron ayer in extremis un acuerdo de investidura, tras a apartarse del cargo el actual presidente en funciones Artur Mas, el político cuyo empeño en mantenerse en el poder había bloqueado las negociaciones para formar Gobierno durante tres meses.
La formación anticapitalista dijo a lo largo de la campaña electoral que no investiría a Mas, un político neoliberal que ha aplicado duras medidas y recortes y dirigente de un partido con las sedes embargadas por la Justicia y con numerosos escándalos de corrupción abiertos.
Los partidos rupturistas ganaron las elecciones regionales del 27 de septiembre en escaños, pero no alcanzaron el 50 por ciento de los votos, a pesar de haber planteado la campaña en clave plebiscitaria.
El objetivo del nuevo Gobierno que se formará el próximo miércoles se centra en lograr la independencia de España en 18 meses.
El Gobierno en funciones del conservador Mariano Rajoy ha llamado a constituir un nuevo Ejecutivo de gran coalición con los socialistas del PSOE para hacer frente al desafío secesionista.