El éxito de las medidas tuvo su origen en la reunión mantenida el pasado 4 de junio en Quito, Ecuador, por el ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, con sus homólogos de los países vecinos de Perú y Bolivia, los cuales acordaron coordinar sus esfuerzos para combatir la inmigración ilegal en su frontera común de la región amazónica y agilizar la oferta de visados.
Paralelamente, Brasil anunció su compromiso de flexibilizar la concesión de visados especiales a los ciudadanos haitianos provocando un aumento del 1.537 por ciento en el número de visados concedidos en el pasado año en comparación con 2012, es decir, en apenas tres años (2012-2015) el número de visados concedidos pasaron de 1.255 a 20.548, totalizando 38.065 visados.
En el momento álgido de la ruta Perú-Acre, el estado amazónico recibía una media de 100 haitianos por día en su gran mayoría conducidos hacia la capital Rio Branco en los vehículos de los llamados "coyotes" o mafias de inmigrantes que operan en las fronteras más desprotegidas de Brasil y que, en muchas ocasiones, abandonaron a los haitianos a su suerte al sentirse amenazados por la presencia de patrullas del Ejército brasileño.
Solamente en 2015 se calcula que unos 7.000 haitianos atravesaron la frontera de Acre, sin embargo, la facilidad para conseguir los visados en las embajadas brasileñas de Puerto Príncipe, Quito y Lima consiguió que los refugios para inmigrantes de Río Branco los ingresos diarios de haitianos pasasen de 100 a 2 personas por día, una reducción similar a la apuntada por la Secretaria de Justicia.
Desde el terremoto que asoló la isla caribeña de Haití en 2010 matando a más de 300.000 personas, Brasil se convirtió en una especie de tierra prometida para miles de haitianos debido a la abundancia de lugares para practicar la agricultura y el carácter acogedor de los brasileños, una actitud que fue respaldada por el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) concediéndoles un tipo de visado muy similar al que estarían recibiendo los refugiados de Siria y que permite su estancia permanente en el territorio.
