Con el objetivo de acercar a los brasileños al periodo atravesado por el bloque del Este desde la llegada de Nikita Kruschev (1956), como sucesor de Josef Stalin, e impulsor de una nueva época en la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), hasta el fin del bloque en 1991, con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 y la llegada de la perestroika con Gorbachev.
Memorial da América Latina @hablamemorial recebe exposição sobre a #UniãoSoviética #SPglobal https://t.co/miHSnWsCQ2 pic.twitter.com/IIZE4YYsR1
— SPGLOBAL (@globalsaopaulo) 5 января 2016
Según los curadores de la exposición, el brasileño Luiz Gustavo Carvalho y la rusa Maria Vragova, el ambiente cotidiano de la Unión Soviética en los 45 años entre 1956 y 1991 es reflejado con gran sensibilidad por las lentes de cinco grandes fotógrafos rusos del momento: Viktor Akhlomov, Yuri Krivonosov, Vladimir Lagrange, Leonid Lazarev e Vladimir Bogdánov.
Junto a estos cinco grandes fotógrafos rusos están las fotografías del lituano Antanas Sutkus, que actúan como un contrapunto a las de sus colegas,al exponer el ambiente vivido en una de las repúblicas de la URSS en el Báltico, un contraste que deja entrever la heterogeneidad que existió dentro de un bloque, que siempre fue visto como algo homogéneo por Occidente.
Conocido por ser un gran monumento a la lucha por la libertad de los pueblos, el imponente edificio del Memorial de América Latina es una obra de arte del conocido arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, quien se reconoció como comunista durante toda su vida, que ocupa 84.480 m2 en pleno barrio de Barra Funda, en Sao Paulo, y rinde homenaje a los padres de la "Patria Grande" de latinoamericana: Simón Bolívar, San Martín y José Martí.