De hecho, algunos estados del Nordeste del país como Ceará, Río Grande del y Bahía alcanzan a estas alturas proporciones de producción eólica al nivel de países europeos líderes(Dinamarca, Portugal, Irlanda y España) con porcentajes en torno al 30 por ciento de producción en comparación al total energético producido en su territorio y se espera llegar al 45 por ciento hasta 2024.
En cuanto a la energía solar, Brasil deberá situarse entre los primeros 20 países del mundo en 2018 con una producción total de 8,3GW que alcanzará los 23,5GW en 2030, un avance que parece lógico en un país en el que algunas de las regiones del Nordeste están consideradas como las de mayor radiación solar del mundo.
Según el Atlas de Radiación Solar de Brasil, elaborado por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL), la radiación en el territorio brasileño varía entre los 4.500Wh/m2 y los 6.300 Wh/m2, de tal manera que las regiones menos soladas del país todavía reciben un 40 por ciento más de radiación solar que la región más soleada de Alemania.
Por último, otra de las ambiciones recogidas por el informe del Ministerio de Minas y Energía de Brasil será conseguir que para 2050 el 18 por ciento de los hogares brasileños cuenten con placas para la producción de energía solar fotovoltaica que deberán responder, al menos, por el 13 por ciento de las necesidades totales de energía eléctrica en las viviendas equipadas.