"Siempre nos criticaron. Decían que Cuba no dejaba emigrar a sus ciudadanos. Pero hace dos años aprobamos una nueva ley de migración por la que los cubanos que quieran puedan emigrar al país que ellos quieran y que (se) les de la visa", aseguró Pérez.
El diplomático lamentó que las políticas de supuestos privilegios para los ciudadanos cubanos que quieran dejar la isla sean incentivadas por algunos países como Estados Unidos, lo que genera una migración injustificada y problemas humanitarios.
"Nosotros queremos que (los migrantes) lleguen a su destino, hay un programa humanitario para encarar esta situación. Ellos no son perseguidos políticos, son igual que cualquier grupo de migrantes que considera que en Estados Unidos puede vivir mejor", indicó Pérez a esta agencia.
Desde Ecuador, los migrantes cubanos atraviesan los territorios de Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, para luego ingresar a Estados Unidos.
Desde el 1 de diciembre, quienes ingresen a Ecuador desde Cuba deberán presentar una visa de turista.
La medida de "excepción" fue tomada por el Gobierno ecuatoriano para frenar la llegada de ciudadanos cubanos al país.
El flujo de migrantes, intensificado en las últimas semanas, obedece a que la estadounidense Ley de Ajuste Cubano de 1966, aprobada en un contexto de Guerra Fría, otorga la residencia temporal y derecho a trabajar casi de forma inmediata, entre otros privilegios, a todo ciudadano de Cuba que pise suelo de Estados Unidos.
Los ciudadanos cubanos que pongan pie en territorio estadounidense son admitidos y acogidos bajo esta ley, pero aquellos interceptados en el mar por la Guardia Costera de Estados Unidos deben ser devueltos a Cuba.
Ese flujo migratorio se disparó desde que Estados Unidos y Cuba reanudaron sus relaciones diplomáticas en julio, pues muchos cubanos temen ahora perder esos privilegios.