"El estado de emergencia se mantiene, ya que el corte era previsible", dijo en una reunión del gabinete de crisis.
Aksiónov explicó que el gabinete de crisis se convocó para "repasar los planes de cara a la Nochevieja y determinar qué asistencia necesita cada una de las unidades" encargadas de hacer frente a la situación.
"Se debería reducir el uso de electrodomésticos, puesto que la conexión de electrodomésticos de gran potencia afecta a los vecinos y a todos los que viven cerca", escribió Aksiónov en su cuenta de Facebook.
A su vez, el vice primer ministro de Crimea, Mijaíl Sheremet, declaró que la región hace tiempo que no alberga esperanzas de recibir electricidad de Ucrania, porque considera que Kiev no es un socio de fiar.
"No nos interesan en absoluto las causas (del corte), para nosotros (las autoridades ucranianas) son socios poco serios en los que nunca hemos puesto esperanzas", comentó en declaraciones a RIA Novosti.
Crimea "ha confiado y siempre confiará solo en la producción interna y en el suministro desde la Rusia continental", enfatizó.
La línea Kajovka-Titán, la única que suministraba electricidad, unos 180 megavatios, de Ucrania a Crimea desde el pasado 8 de diciembre, quedó desconectada de la red en la tarde del miércoles.
La península ya había sufrido un apagón masivo el 22 de noviembre, cuando fueron dinamitadas las líneas de alta tensión que la abastecían de electricidad desde Ucrania.
En diciembre, Rusia puso en marcha dos líneas de suministro eléctrico a Crimea a través del estrecho de Kerch.
Está previsto que otras dos líneas entren en servicio entre abril y mayo de 2016, lo que permitirá a la península independizarse de los suministros desde territorio ucraniano.