"Observamos con preocupación la escalada de la violencia en el sureste de Turquía, relacionada con la operación turca en las provincias pobladas por kurdos", dice la nota.
Se indica que los defensores de los derechos humanos hablan de víctimas civiles entre kurdos a raíz de la operación de la fuerzas de seguridad.
"Llamamos al Gobierno turco a tomar las medidas necesarias para detener la violencia y reanudar el proceso de paz suspendido en julio de 2015", indica el comunicado.
En el documento se subraya que el empleo de la fuerza solo agudiza el problema.