Según Mézentsev, la historia sobre el tigre y el chivo puede convertirse en "símbolo de amistad pura y entrañable".
A finales de noviembre, un macho cabrío de nombre Timur, que en principio se reservaba como alimento para Amur, entabló una amistad con el felino y pasó a compartir con él su recinto en un parque safari en Primorie, en el Oriente Lejano ruso.
Desde entonces, los amigos se hicieron inseparables y su relación generó un gran interés entre el público ruso.
"Desde hace casi un mes todo el país sigue con gran interés (el día a día de Amur y Timur)", recordó el director del parque safari al tiempo de destacar la valentía de Timur y el trato afable que le brindó Amur.
En este sentido, el dibujo animado sería un ejemplo de buena amistad que inspiraría a los más pequeños, considera Mézentsev.
Según él, los niños rusos continúan viendo con mucho gusto los dibujos animados de la URSS que enaltecen el respeto mutuo, la bondad y la amistad, entre otros valores fundamentales.
"La historia del tigre Amur y el chivo Timur puede continuar esta gran tradición soviética", concluyó.
En el Ministerio de Cultura confirmó la recepción de la propuesta que será estudiada por sus órganos correspondientes.