"La idea de hablarnos con el lenguaje de sanciones ilegales es contraria a la lógica y humillante para la diplomacia europea", afirma el legislador.
La política hacia Moscú de Bruselas y de Washington, que "está detrás de todo este proyecto", es otro error estratégico de ambos, apunta.
"La propia forma de tomar estas decisiones sin el debate público pone en evidencia el nivel de la democracia en la UE", concluye el titular de la Duma.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente tras la adhesión de Crimea a Rusia.
EEUU, la UE y otros países occidentales aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.