“Incluso en caso de la eliminación completa del grupo mismo, la idea de establecer un califato, basada sobre las representaciones del tradicional islam suní, permanecerá”, dijo científico.
Los partidarios de Daesh, según él, “viven en un mundo paralelo y no hay ninguna base para cualquier interacción con ellos”.
“Con todas las desventajas de los dictadores anteriores, que han gobernado los países árabes durante mucho tiempo, estos han vivido en las realidades del mundo moderno, y se les podía afectar con métodos como sanciones, lo que es imposible con respecto a este grupo terrorista”, indicó.
Todos los grupos extremistas en el islam tienen la misma base: llaman a regresar al "puro" Islam de la época del profeta Mahoma y a la estructura social de aquella época.
"Esto es una respuesta particular del mundo musulmán a la globalización" — concluyó.