El este de Ucrania vive una calma relativa desde el 1 de septiembre de este año tras más de nueve meses de violaciones del armisticio entre las tropas del régimen y las milicias, pactado el 12 de febrero en Minsk con mediación de Alemania, Francia y Rusia.
"Minsk es insuficiente y vamos a estudiar otras opciones", dijo el canciller este viernes a los periodistas.
Klimkin también volvió a arremeter contra Rusia por su supuesta intervención en el conflicto en Donbás y le pidió "cumplir los acuerdos en el ámbito de la seguridad y la dimensión humanitaria".
Ucrania y los países occidentales acusaron en varias ocasiones a Moscú de inmiscuirse en este conflicto sin presentar pruebas.
Rusia ha tachado estas afirmaciones de "insinuaciones públicas infundadas" y ha abogado por el fin de la crisis política y económica que estalló en el país vecino en abril de 2014 dos meses después del cambio de poder violento.
En ese entonces las autoridades de Kiev enviaron tropas a las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación ciudadana.
Las hostilidades segaron más de 9.000 vidas, según las estimaciones de la ONU.