"En cuanto a la integridad territorial de Georgia, es principalmente el asunto de los pueblos georgiano, suroseta y abjasio (…) nosotros aceptaremos cualquier decisión", dijo en una gran rueda de prensa anual.
Putin reiteró que no fue Rusia la que causó el conflicto georgiano de 2008, el desmoronamiento de Georgia y el deterioro de las relaciones bilaterales.
El mandatario responsabilizó por estos hechos a las antiguas autoridades del país caucásico y a su entonces presidente, Mijaíl Saakashvili.
Al mismo tiempo, el presidente ruso admitió que "pese a todas las dificultades", Moscú "ve señales" positivas de las autoridades actuales de Georgia y "acepta estas señales".
El mandatario agregó que Rusia "está dispuesta a cancelar el régimen de visados con Georgia".
Georgia rompió las relaciones diplomáticas con Rusia en respuesta a su reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur como Estados independientes en agosto de 2008 tras una agresión armada de Tiflis contra Tsjinval.
El nuevo Gobierno georgiano, formado tras las elecciones de octubre de 2012, definió la normalización con Rusia como una de sus prioridades.