"Nunca lo aceptaré, es un crimen que debe ser investigado y castigado", dijo Putin durante su rueda de prensa anual.
El líder ruso resaltó que todos los implicados en el asesinato de Nemtsov deben ser identificados y castigados, "se quien sea".
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Putin recordó haberle conocido personalmente y aseguró que su relación no siempre fue mala.
"Él escogió el camino de la lucha política, no es el único, estoy acostumbrado, pero el hecho no significa que haya que matar a una persona. Jamás lo aceptaré", explicó Putin.
Asimismo, agregó que nunca ha abordado esta cuestión con ninguno de los lideres regionales, incluido el dirigente de Chechenia, Ramzán Kadírov, al que algunos medios rusos indicaron como posible inspirador de este crimen.
Borís Nemtsov, que desempeñó varios altos cargos en el Gobierno ruso a finales de los noventa y luego pasó a la oposición, fue tiroteado en el centro de Moscú la noche del 27 de febrero.