La estadounidense es la segunda de las tres grandes agencias de calificación, junto a Moody's y Standard & Poor's (S&P), que decide retirar el sello de "buen pagador" a Brasil.
S&P fue la primera en tomar esta medida el pasado mes de septiembre alegando unos motivos muy similares a los expuestos por Fitch este miércoles: recesión profunda e incertidumbre política.
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Por su parte, la reacción de los mercados al anuncio de Fitch no se hizo esperar y en torno a las 12:30h de la tarde de este miércoles el dólar estadounidense ya se vendía en Brasil a 3,9499 reales brasileños, es decir, una revalorización del 1,89 por ciento respecto a la divisa local, un valor muy elevado que, sin embargo, se mantiene lejos del nivel de 4,1461 reales alcanzado el pasado 23 de septiembre con la rebaja de la nota por parte de S&P.