Y recalcó que cuando se reunieron en Caracas no percibió en Maduro "agresividad" hacia Rajoy.
El expresidente del Gobierno español, que estuvo en Venezuela como observador de las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, explicó que en la entrevista hablaron de las relaciones entre los dos países.
Zapatero le transmitió que ni Rajoy ni el Gobierno del Partido Popular tienen, "más allá de sus posiciones en relación con la situación en Venezuela, ningún interés en tener una mala relación y menos en descalificar al presidente Maduro".
El expresidente confía en que su "llamada hacia el buen entendimiento y hacia que las palabras bajen de tono tenga algún efecto".
"Creo que para España es bueno que tengamos, incluso con los Gobiernos que más se pueda discrepar, una cierta relación", opinó.
Según el político español, desde España se percibía "más tensión" que la que él vio allí, ya que visitó dos colegios electorales y apreció "un clima de convivencia y de tranquilidad".
Zapatero valoró, sin embargo, que la situación de Venezuela "es muy seria" y requerirá de un "diálogo nacional" y avanzó que una de las primeras soluciones sería que los presos políticos formaran parte de las "condiciones previas" para abrir ese diálogo.