Gu Kailai había sido condenada en 2012 por haber asesinado con veneno al empresario Neil Heywood con ayuda de su asistenta el año anterior.
El alto tribunal chino ha elevado una recomendación formal para la conmutación de la pena, según la prensa nacional, por haber mostrado "arrepentimiento".
La conmutación de la pena capital por la cadena perpetua después de cumplir dos años de cárcel es habitual en la Justicia china.
La caída de Bo y Gu, quienes formaban una joven, poderosa y glamurosa pareja a la que se comparaba con los Kennedy, desató una tormenta en la política china con una historia de celos, venganzas y corrupciones.
Su marido, quien lideraba el partido en la megaciudad de Chongqing y era favorito para integrar el Comité Permanente del Politburó, fue condenado en 2013 a cadena perpetua por corrupción y abuso de poder.
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Su jefe de Policía, Wang Lijun, fue condenado a 15 años por abuso de poder y deserción al haber intentado conseguir la protección del consulado estadounidense de Chengdu.
La semana pasada murió en prisión otro de los protagonistas de la trama, el millonario Xu Ming, quien habría pagado sobornos a Bo por valor de 21,8 millones de yuanes (3,41 millones de dólares) y suministrado fondos a Gu para la adquisición de una vivienda de lujo en Francia.