En concreto, el mayor foco de seguimiento de las protestas se localizó en Brasilia donde unas 6.000 personas según las autoridades, 30.000 según los organizadores, se reunieron frente al Congreso Nacional para exigir la impugnación del mandato presidencial, de igual manera las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro consiguieron cifras de seguimiento similares.
En Río de Janeiro, la conocida playa de Copacabana concentró en torno a las 14h de la tarde a unas 5.000 personas que pasearon portando banderas de Brasil y camisetas verdes y amarillas, los comentarios a favor del "impeachment" estuvieron una vez más acompañados de peticiones de intervención militar llegando a provocar los insultos de ciudadanos afines al gobierno.
Cabe recordar que en la multitudinaria protestas del 15 de marzo de 2015, apenas 3 meses después de la toma de posesión de Dilma Rousseff, la misma playa de Copacabana recibió a 300.000 personas contra el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), una cifra que supera en 6 veces la cantidad total de manifestantes en todo el país este domingo.
Una de las tesis que comienza a manejarse es que las multitudinarias protestas de principios de 2015 se correspondieron a un hartazgo de la población por los continuos escándalos de corrupción en el país y más concretamente en el caso de corrupción de Petrobras, por tanto, a medida que estos escándalos han salpicado a miembros de los partidos de oposición y Dilma Rousseff ha conseguido mantenerse al margen, la rabia de la ciudadanía ha dejado de orientarse exclusivamente contra la figura de la presidenta.