China es el segundo socio comercial de Argentina detrás de Brasil, y el Gobierno que encabeza desde esta semana Mauricio Macri apuesta a una relación más fluida con la designación de Guelar, secretario de relaciones internacionales del PRO (Propuesta Republicana), el partido del presidente.
"Es un mensaje fuerte", porque "buscamos incrementar la relación como corresponde con un socio tan importante; tendremos que cuadrar las relaciones financieras y comerciales en esta nueva etapa, pero en condiciones muy amistosas", explicó.
Argentina recibió este año 5.000 millones de dólares de China en la modalidad de este intercambio, pero las mermadas arcas del Banco Central requieren más dólares, sobre todo ahora que el Gobierno intenta liberar el régimen cambiario.
Más confianza
Guelar sostuvo que el proyecto del Gobierno es mantener todas las relaciones exteriores abiertas y no está en sus intenciones excluir los acuerdos con países como Rusia.
"Nosotros creemos en Rusia, siempre hemos tenido muy buenas relaciones, a veces con más intercambios, otras veces con menos", sostuvo el futuro embajador, "pero no tengo la menor duda de que no hay ningún motivo para que descontinuemos las gestiones que estaban en curso de la administración anterior", aseveró.
Guelar prefirió poner el énfasis de la nueva política exterior en una mayor transparencia.
Según Guelar, esa ha sido una característica de los últimos años del Gobierno de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"En las relaciones internacionales, si bien requieren discreción, hay que saber lo que se firma; y en el Congreso hay muy poca información", subrayó.
La gestión exterior de Macri encarará entonces una primera etapa en la que buscará esa información faltante, para conocer en qué estado están las cuentas y los proyectos en curso.
Guelar criticó de la anterior administración su "interpretación de apropiación del Estado" que ahora debe ser modificada.
La prioridad es el vecindario
En su opinión, el objetivo de Argentina pasa por "recuperar e intensificar el Mercosur (Mercado Común del Sur)" y la asociación con Brasil.
Guelar subrayó que el 42 por ciento de las exportaciones de Argentina tienen por destino el mercado latinoamericano, que además es el que mayor valor agregado ofrece.
"El vecindario es siempre importante, así que tenemos que ocupar en plenitud ese espacio", señaló.
En el vínculo con el resto de los países, Buenos Aires volverá a la "normalidad", con la atención puesta en recuperar relaciones que quedaron dañadas por un exceso de ideologización, según Guelar.
"Tendremos relaciones con todos los países", pues sostenemos "relaciones históricas muy buenas con todos, pero hubo mucho daño en la relación con Europa y Estados Unidos, que tenemos que normalizar".
Para ello es indispensable que Argentina ofrezca primero estadísticas transparentes, un Banco Central independiente, un presupuesto razonable en términos de ingresos, egresos y financiamiento, y acceso a los flujos de comercio y de financiamiento internacional, ilustró.
El nuevo Gobierno buscará fuentes de capital e inversión que generen empleo y una oferta exportable de productos con valor agregado, como primer paso para que Argentina pueda ser "un país de desarrollo intermedio que crezca; un país emergente confiable", definió Guelar.
A su juicio, existe ya "una estructura de comercio internacional, pero tenemos falta de oferta de productos de valor agregado", por eso "las relaciones internacionales no pueden ir más allá de lo que uno pueda ofrecer", concluyó.
Las anteriores autoridades económicas argentinas venían trabajando con representantes del Banco Central de China para establecer un segundo tramo de la línea de crédito; el nuevo Gobierno busca ahora prorrogarla y aumentarla.