La directora de la agencia pública, Alison Saunders, confirmó que "no hay pruebas suficientes" para llevar ante los tribunales a la división en Reino Unido del imperio mediático de Rupert Murdoch ni para procesar a a una serie de reporteros del grupo rival Mirror.
La decisión de la CPS exonera al grupo editor de The Sun y The Times, controlado por el magnate estadounidense de origen australiano, de cualquier responsabilidad corporativa por las escuchas realizadas por sus empleados.
DPP Alison Saunders: No further action to be taken under Operation Weeting or Operation Golding https://t.co/sFGAsKIdes
— CPS (@cpsuk) 11 декабря 2015
Desde que saltó el escándalo en 2011, nueve periodistas y funcionarios públicos británicos han sido condenados por intervenir móviles o por fraude para obtener información confidencial.
Entre ellos, está Andy Coulson, ex director de comunicaciones del primer ministro David Cameron, quien fue encarcelado por las cadena de escuchas perpetradas mientras dirigía el dominical News of The World.
Murdoch ordenó el cierre del entonces más popular de los tabloides de Reino Unido en julio de 2011 y desde entonces ha pagado miles de millones en indemnizaciones a las víctimas de los pinchazos, desde actores a músicos, futbolistas, políticos y los padres de una niña asesinada.
De acuerdo con el comunicado de Saunders, la Fiscalía también ha archivado, sin presentar cargos, los trámites contra diez reporteros de los rotativos Daily Mirror y Sunday Mirror.
"Como he dicho desde que comenzó la investigación hace cuatro años, nunca he pinchado un teléfono y nunca he pedido a nadie que pinche un teléfono", señaló en su cuenta de Twitter el ex director del Mirror y ex presentador de la CNN, Piers Morgan, tras confirmarse la decisión de la Fiscalía.
As I’ve said since the investigation began four years ago, I’ve never hacked a phone and nor have I ever told anybody to hack a phone. mf
— Piers Morgan (@piersmorgan) 11 декабря 2015
La saga de las filtraciones mediáticas ha costado más de 41 millones de libras (por encima de 55 millones de euros) en pesquisas de la Policía Metropolitana de Londres, según trascendió este viernes.