La ceremonia tuvo lugar en una base militar en el estado federal alemán de Schleswig-Holstein, en el norte del país, con la asistencia del teniente general de las Fuerzas Armadas, Helmut Schutz, y el primer ministro del estado, Thorsten Albig.
"Su misión no es segura", dijo Schutz en su discurso a 40 militares que se dirigían a Turquía, al agregar que muchos de ellos tienen experiencia en operaciones en Afganistán.
Además de los Tornado, hoy partirá a Incirlik desde la ciudad de Colonia un equipo de 16 técnicos, pilotos y un médico a bordo de un avión cisterna.
El pasado 4 de diciembre, el Bundestag (Parlamento) aprobó con 445 votos a favor y 146 en contra el despliegue de una misión militar en Siria para combatir al grupo terrorista Estado Islámico (Daesh en árabe).
Se supone que la misión durará hasta el 31 de diciembre de 2016 e implicará a unos 1.200 militares alemanes.
Además, Alemania enviaría a Siria cuatro o seis aviones espías Tornado y también es posible que destine una fragata para apoyar las acciones del portaviones francés Charles de Gaulle, emplazado en el Mediterráneo.