"Hoy día, cualquier persona en Ucrania, que no sigue la 'línea general' del régimen actual, puede ser encarcelada; el poder usa de forma abierta métodos de la venganza política al abrir casos penales falsos contra sus oponentes políticos, es un puro sistema de totalitarismo que controla todo y todos en Ucrania", declaró a RIA Novosti.
Según Yanukóvich, "con la ayuda de las fuerzas de seguridad y los radicales, (las autoridades) intimidaron a la gente, periodistas, políticos que no están de acuerdo con el punto de vista del poder".
"Ahora en Ucrania asesinan a los disconformes en pleno día o los llevan al suicidio", agregó.
El expresidente ucraniano recalcó que una "persona que se permite criticar al poder, se proclama de repente 'enemigo del pueblo' o 'agente del Kremlin'".
Yanukóvich puso de ejemplo una situación con representantes del Partido de las Regiones que "son señalados" como culpables.
En febrero de 2014, Ucrania vivió un violento cambio de poder que derrocó al entonces presidente Víctor Yanukóvich y llevó a la creación de un Gobierno nacionalista.
Yanukóvich se marchó del país temiendo por su vida.
El Parlamento lo destituyó por "abandono de sus funciones constitucionales", enmendó la Constitución y convocó elecciones presidenciales extraordinarias que concluyeron con la victoria del magnate Petró Poroshenko en mayo de 2014.
La federalización es el mejor remedio a la crisis ucraniana
"Sé que el tema de la federalización, que tanto molesta a las autoridades actuales de Ucrania, se percibe como sinónimo del separatismo y terrorismo. ¿Por qué no pedir entonces a Alemania, EEUU o Suiza que compartan su experiencia de la federalización?", expresó.
Indicó que el asunto de la federalización va para largo en la agenda política de Ucrania, sin embargo no se conseguirá sin entablar un diálogo dentro del país, en particular con las regiones del Este.
"Para que Ucrania tenga el mañana, hay que buscar hoy algo que una a todo el país", subrayó.
La federalización de Ucrania fue una de las exigencias de las regiones del este, disconformes con el golpe de Estado de febrero de 2014.
En mayo de 2015, el presidente actual del país eslavo, Petró Poroshenko, descartó una federalización, sin embargo admitió la posibilidad de una descentralización del Gobierno.