Anteriormente el vice primer ministro turco, Numan Kurtulmus, afirmó que para Rusia será difícil suspender la construcción de la central nuclear en Turquía.
"No existe ninguna iniciativa por nuestra parte que incluya renunciar a la cooperación con Rusia en la construcción de la central nuclear de Akkuyu", señaló el interlocutor de la agencia, agregando que Turquía espera que la crisis en las relaciones entre ambos países no influya en la esfera de la energía.
El proyecto Akkuyu, la primera planta nuclear turca con cuatro reactores de 1.200 MW cada uno, que producirán 35 billones de kWh anuales y con un coste de unos 20.000 millones de dólares, debía estar completado para 2016.
Las relaciones ruso-turcas atraviesan una crisis después de que un caza turco F-16 derribara en Siria un bombardero ruso Su-24, hecho que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó como una "puñalada por la espalda".
Al no recibir disculpas oficiales de Ankara, Moscú impuso una serie de restricciones económicas contra el país otomano, que han puesto en tela de juicio la realización de los proyectos como Akkuyu o el gasoducto Turk Stream.