El hecho de haber solicitado los servicios de una de las empresas auditoras más conocidas en el mundo es un "nuevo paso importante" hacia la "implementación de los nuevos criterios de la gestión financiera en conformidad con las normas internacionales", indicó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
El actual prefecto de la Secretaría de Economía, el cardenal australiano George Pell, se considera como uno de los partidarios más entusiastas de una mayor transparencia financiera del Vaticano.
En julio pasado, al presentar los datos sobre el presupuesto de la Santa Sede, Pell subrayó que el año 2014 fue marcado por la transición en cuanto a la contabilidad financiera, cuya reforma fue aprobada el año pasado por el papa Francisco.
Ahora los datos presupuestarios del Vaticano se preparan conforme a las Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público (IPSAS en inglés).
Sin embargo, la transición completa de la Santa Sede a estas normas podría llevar años.