El 'fracking" es la técnica que posibilita la extracción de gas o petróleo del subsuelo a través de la fractura hidráulica.
Los conservadores defienden esta técnica en el marco de una política energética que "aproveche al máximo nuestros recursos".
Los socialistas del PSOE quieren "prohibir el empleo de las técnicas de fractura hidráulica" y restringir las autorizaciones de nuevas prospecciones de gas y petróleo.
Podemos refleja en su programa su "compromiso público de no autorizar estas instalaciones" de fractura hidráulica.
Ciudadanos no habla de prohibir, pero sí habla de rechazarlos por los "evidentes impactos y riesgos medioambientales, la escasez de yacimientos disponibles en nuestro territorio y la baja rentabilidad económica de las posibles explotaciones con las técnicas actuales".
El partido de izquierdas Unidad Popular habla de prohibirlo "en todo el territorio, incluidos los casos en los que las prospecciones ya han sido concedidas a empresas".
Además, promete suspender los permisos de exploración de hidrocarburos ya concedidos o en tramitación en el mar Mediterráneo y en las aguas jurisdiccionales colindantes al Archipiélago Canario".