Miyake, de 77 años, tenía siete cuando se produjo el ataque nuclear contra Hiroshima. La radiación le causó una grave enfermedad, posteriormente fue operado, pero solo hace poco decidió confesar sus recuerdos.
Miyake se encontraba en la escuela cuando los estadounidenses lanzaron la bomba atómica sobre Hiroshima. Su casa estaba situada a dos kilómetros y medio del epicentro de la explosión. Llegó a casa solo al día siguiente y encontró a su madre que tenía quemaduras en la parte superior del cuerpo. Cuatro años después los médicos le diagnosticaron a Miyake la inflamación del periostio o membrana que rodea los huesos, una operación le salvó la vida de milagro. Poco después de convalecer, murió su madre. Muchos de sus amigos mayores que le orientaron en sus inicios como diseñador fallecieron jóvenes debido a la radiación.
"También pensé que no iba a vivir mucho y debía hacer todo lo que podía hasta los 30 o 40 años, y no excusarme con el bombardeo. Decidí con firmeza vivir así", confiesa Miyake.
El diseñador aclaró que resolvió por fin contar su experiencia ya que sentía que "si los que vivieron ese ataque nuclear empezaban a hablar sobre aquello, nuestro mundo podría cambiar un poco".
En agosto de 1945 los estadounidenses lanzaron la primera bomba atómica sobre Hiroshima matando a 140.000 de los 350.000 habitantes de la ciudad.
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La segunda bomba segó en Nagasaki 74.000 vidas, la mayoría eran civiles.